Comercios históricos que sobreviven al tiempo




Edificio esquina Calle Ercilla con Plaza del Mercado de Valencia, año 1899




Comercios históricos que sobreviven al tiempo

La vida de cualquier centro urbano ha girado desde antaño, en torno a un mercado y una Iglesia. Como centro neurálgico de la localidad, ha sido lugar de celebraciones festivas. Obviamente, de ahí la proliferación de la actividad comercial. Es evidente, que todas las ciudades tienen un casco antiguo. Por lo general y siguiendo la tradición, repletos de pequeñas tiendas de todo tipo de artículos. Muchos reconvertidos y otros heredados. En Valencia los edificios más emblemáticos están alrededor de la antigua Lonja de la seda, el Mercado Central y la Iglesia de los Santos Juanes.

Son las dos del mediodía y la C/ Ercilla de Valencia, bulle entre el jolgorio de turistas, vecinos y personas que quieren comprar algo en esas tiendas llenas de historias cotidianas. Como si el tiempo les hubiera otorgado la amnistía.

Muchos de estos comercios son heredados y mantienen la tradición de generación en generación, otros ―de propietarios recién llegados― los han customizado. Aún así, conservan el poso genuino de un local con más de 100 años. Muchos edificios antiguos han dejado de existir. Sin embargo, los que siguen en pie, es extraño verlos desocupados. Tienen duende.



Edificio esquina Calle Ercilla con Plaza del Mercado de Valencia, año 2014


La historia de la Armería Navarro data de 1840 cuando Pablo Navarro, gracias a la experiencia adquirida en la carpintería paterna, se estableció por su cuenta en la calle Correjería de la capital del Turia. Abrió un taller especializado en repuestos, composturas y venta de armas. Su heredero la amplió cuarenta años más tarde. A principios del S. XX cambia de emplazamiento. En la guerra civil el establecimiento quedó decomisado hasta finales de la contienda. En 1942, su nieto prosiguió con el negocio familiar. Llegaron los psicodélicos 70 y tomó el liderazgo su hijo, quien la reconvirtió en una tienda de deportes. Ésta, mantiene el mobiliario y nombre del fundador de la saga Navarro. Una empresa que ha obtenido el distintivo de Comercio Emblemático. 

Historias similares encontramos en todas las localidades nacionales o internacionales. Como ejemplo, mencionaremos la peluquería Kinze de Cuchilleros, la más antigua de Madrid. Abrió sus puertas en 1900 y exceptuando los añejos sillones, el resto del mobiliario se mantiene intacto; su nombre se debe al número de la calle en que se encuentra, como se hacía antiguamente. Algo similar sucede con los malagueños, Ultramarinos Ceferina de más de 130 años a sus espaldas. Un comercio que ha superado todas las crisis y las modas. Aquí  los clientes tienen muchas facilidades de pago.

La receta de los comercios con historia y heredados que sobreviven a la crisis, no es otra que darle confianza al cliente y un trato muy personalizado. Según datos del Instituto de la Empresa Familiar española, el 85% de nuestras empresas son negocios familiares. El PIB y el empleo privado que deriva de ellas, se eleva al 70% del total. Sin embargo, sólo el 9% de las mismas se perpetúan hasta una tercera generación. El porqué es simple: no todos los herederos quieren tener los mismos trabajos que sus antepasados. Quizás haya que replantearse muchas cosas.

Comercio…

“Los negocios vienen y van; lo importante es inhalar profundamente sin asfixiar a los demás”.

Refrán popular

©Anna Genovés

P.D. Artículo publicado hace meses en el diario El Cotidiano:



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